Un PIB que baja -8,7% respecto al año anterior en el tercer trimestre del año, un desempleo por encima del 16% (del 40% en el caso del juvenil), deuda pública disparada al 114,10% del PIB (cuando el año anterior era de un 95%), … Los indicadores económicos de España no son muy alentadores. El escenario no es muy diferente en la Unión Europea, aunque la pandemia ha golpeado especialmente la economía de otros países como Grecia, Italia y Reino Unido, además de España. La mayor batería de ayudas de las últimas décadas se desplegó entre los meses de marzo y junio de este año, al igual que en otros países europeos, pero no es seguro que sea suficiente. En esta serie de DOS publicaciones, hacemos un balance de 2020 y de todos los cambios que han venido para quedarse, desde el teletrabajo hasta el comercio online.
Balance de 2020 I: Objetivo salvar empresas y trabajadores
Un insignificante virus ha puesto contra las cuerdas a la economía de los países occidentales. Desde su aparición a finales de 2019 en Europa, al coronavirus le bastaron tres meses para infectar a gran parte de la población y obligar a los países de la zona euro a confinamientos más o menos estrictos. Los efectos sobre la economía no se hicieron esperar. La productividad se desplomó el segundo trimestre a -21,% respecto al mismo periodo de 2019; y el desempleo subió al 15,33% (equivalente al de dos años antes, alterando una tendencia a la baja desde 2013). Entre marzo y abril dejaron de cotizar a la Seguridad Social casi 142.000 empresas. Muy pronto se desplegó una batería de ayudas gubernamentales para evitar la quiebra de más empresas y el aumento de desempleados.
Fuente: Diario ABC y Seguridad Social
El 14 de marzo se declaraba el estado de alarma (Real Decreto 463/2020), que se extendería tras sucesivas prórrogas hasta el 22 de junio. Supuso durante ciertos periodos el cierre de la mayoría de establecimientos comerciales, recreativos, culturales, hosteleros y deportivos. Solo actividades como las sanitarias, farmacéuticas, veterinarias, aquellas relacionadas con el abastecimiento de bienes de primera necesidad o las comerciales llevadas a cabo por internet, teléfono o correspondencia se mantuvieron activas
Las ayudas gubernamentales a las empresas
Entre el 12 de marzo (RDL 7/2020) y el 21 de abril (RDL 15/2020), se fueron sucediendo Reales decretos-ley para proporcionar financiación a Pymes y autónomos y sobre todo para aliviar la carga fiscal y los gastos que tenían que afrontar debido a la interrupción o reducción de su actividad.
Medidas de crédito para PYMES
Entre las medidas de financiación destacaron los 200 millones de euros de créditos ICO establecidos por el RDL 8/2020, para atender necesidades financieras de la PYME por compra y leasing de equipamientos y servicios para la digitalización y en concreto el teletrabajo. Otra medida de peso fueron los 100.000 millones de euros en avales a financiación concedida a las empresas por entidades de crédito, para cualquier actividad.
En el mismo mes de marzo se establecieron mecanismos para ERTES por fuerza mayor o ETOP (causas económicas, técnicas, organizativas o de producción) a consecuencia del estado de alarma provocado por la COVID-19. Se exoneró de cuotas a la seguridad social a las empresas que interrumpían actividad y se amplió la prestación contributiva a todos los trabajadores, incluso los que no cumplían los requisitos mínimos de cotización.
La baja por Covid-19 se asimiló a accidente laboral desde marzo
Entre el 30/03 y el 09/04 solo las empresas de teletrabajo y las de servicios considerados esenciales siguieron trabajando.
Con anterioridad, ya se habían aplazado los ingresos de deudas tributarias con bajo interés hasta el 30 de mayo, pero en abril hubo también moratorias en las cotizaciones a la Seguridad Social y conceptos de recaudación conjunta de hasta 6 meses. Ese mismo mes se estableció la posibilidad para Pymes y autónomos de modificar los contratos de suministro de los alquileres de inmuebles destinados a la práctica empresarial, e incluso se dio la posibilidad de aplazar el pago. También este mes, se aplazaron los pagos tributarios al mes siguiente. Por último, el RDL 15 permitió aplazar el pago de alquileres de locales a Pymes y autónomos hasta 6 meses, así como el pago fraccionado del Impuesto de Sociedades.
Salvar las empresas y el empleo
Todas estas medidas tenían como finalidad evitar la quiebra de las empresas, ya fuera reduciendo sus obligaciones tributarias o permitiéndoles aplazar el pago de sus gastos. Por otra parte, los mecanismos de los ERTES, que de nuevo fueron prorrogados en septiembre, trataban de minimizar el impacto de la crisis sobre el empleo.
Sin embargo, fueron muchas las empresas que no pudieron aguantar la situación. Sectores como el hostelero, la restauración y la cultura supusieron el 60% de los acogidos a ERTES o prestaciones por cese de actividad (en el caso de los autónomos). Acapararon además la mitad de los avales al crédito. Muchos establecimientos no pudieron volver a abrir.
A finales de julio de 2020, se habían recuperado las cotizaciones a la Seguridad Social de 55.644 empresas, pero había 90.000 que aún seguían sin reiniciar su actividad.
Los nuevos ERTES
No podíamos terminar esta segunda parte de este balance de 2020 sin hablar de los nuevos ERTES que surgieron en septiembre, con el RDL 30/2020. Se reguló que los ERTES por fuerza mayor y ETOP dejaban de tener exoneraciones a la Seguridad Social (desde el 01/10/2020). Por el contrario, aparecían los nuevos ERTES por impedimento o reducción de actividad, que sí la tenían, pero su duración era inferior. Estos nuevos ERTES solo estaban vigentes mientras duraran las restricciones sanitarias, mientras que los de fuerza mayor se podían prorrogar hasta el 31/01/2021, y los ETOP no tenían fecha de finalización. Por último, se establecieron exoneraciones de las cuotas también por pertenecer a 42 sectores determinados. Esto alivió ligeramente a los sectores turísticos y cultural, pero no a la restauración, que no estaba incluido entre estos sectores exonerados.
La hostelería, la restauración, la cultura y el turismo han sido los grandes perjudicados de la pandemia, y las medidas restrictivas sanitarias de la segunda ola no están ayudando a que se recuperen.
Europa entra en acción
El 10/12/2020, sonó mucho el desbloqueo del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, que permite también la activación del de los fondos de recuperación europeos, de los que a España le corresponden 140.000 millones, 72.700 de ellos en transferencias o ayudas directas. Lo previsible, sin embargo, es que el primer adelanto (que podría ser un 10% de la cantidad total) no llegue antes del final del primer semestre de 2021, y el primer desembolso en otoño del año que viene o incluso 2022. Mientras tanto, España tendrá que seguir tomando medidas para que las empresas y sectores más afectados por la crisis provocada por la Covid-19 no se hundan irreparablemente.
En nuestra próxima publicación, terminaremos nuestro balance de 2020 hablaremos de los cambios a nivel de transformación digital que ha producido la pandemia.