El verano es la época más propicia del año para tomarnos unos días o unas semanas de descanso. La fatiga acumulada, el estrés y las preocupaciones pueden disiparse, al menos temporalmente, si planeamos unas buenas vacaciones. Sin embargo, la duda que muchas personas tienen en esta época es decidir si cerrar en agosto la empresa completamente, como parte de esa merecida desconexión. Vamos a ver en este artículo la conveniencia o no de de esa decisión.
CONTENIDOS
Ventajas de cerrar en agosto la empresa
1. Desconexión total
2. Ahorro de costes
3. Planteamiento de nuevas estrategias
4. Mejor organización de la plantilla
Desventajas de cerrar en agosto la empresa
1. Perder nuevos clientes
2. Negocios turísticos
3. Parón en la facturación
4. Clientes descontentos
5. Mala atención al cliente
Cerrar en agosto la empresa completamente no solo depende de nuestros gustos. También es necesario contar con circunstancias favorables, por ejemplo, que el margen actual que deja la actividad no sea estrictamente el necesario para vivir. Hay que recordar que cerrar un mes y estar sin actividad significa que es posible que nos encontremos con más gastos de la cuenta a nuestro regreso. Si el año ha sido bueno, lo más lógico es que nos lo podamos permitir.
Una de las cuestiones más importantes que debemos plantearnos, antes de tomar esta decisión, es conocer cómo están las tareas pendientes. Si existen compromisos previos con algunos clientes, no es aconsejable romperlos por culpa del cierre vacacional. Sería preferible terminar lo empezado y no correr el riesgo de perder unas buenas ventas.
Y tampoco se trata simplemente de hacer una cosa porque la competencia lo hace o porque es algo a lo que estamos acostumbrados. Debemos preguntarnos: ¿Qué es realmente lo más adecuado para mi empresa? Ambas decisiones, tanto cerrar en agosto como seguir abiertos, tienen sus ventajas y desventajas.
Ventajas de cerrar en agosto la empresa
Entre las razones favorables para cerrar el mes de agosto podemos señalar:
1. Desconexión total
La ansiada desconexión del estrés y el día a día del trabajo es algo más que recomendable. Un tiempo sin pensar en el trabajo, pudiendo quizás disfrutar más con la familia, es muy beneficioso. De esta forma podremos volver a la actividad con la mente despejada y las ganas necesarias para comenzar la nueva temporada con más energía y motivaciones renovadas.
2. Ahorro de costes
Cerrar la empresa supone un ahorro de luz, agua y otros gastos derivados de la actividad. En algunos casos también se puede ahorrar el alquiler, aunque no siempre es posible.
3. Planteamiento de nuevas estrategias
Casi siempre, el día a día impide pensar en nuevas fórmulas para hacer crecer nuestro negocio. El descanso que proporcionan las vacaciones, puede ser perfecto para pensar en nuevas estrategias y cambios que se podrán poner en marcha en nuestra vuelta al trabajo.
4. Mejor organización de la plantilla
La principal ventaja de cerrar en agosto es que se evitan las discusiones de los empleados a la hora de coger vacaciones. Así, a la vuelta del descanso, se puede contar con la plantilla al completo para reiniciar la actividad a pleno rendimiento. De esta forma, también se evita que se vayan acumulando tareas que no realizan los trabajadores que están de vacaciones. De hecho, es contraproducente que un empleado se encuentre, al volver de vacaciones, con trabajo acumulado de 30 días.
Desventajas de cerrar en agosto la empresa
Entre los puntos en contra de cerrar en agosto la empresa se encuentran:
1. Perder nuevos clientes
A veces, si es nuestra competencia la que cierra por vacaciones, podría ser favorable para nuestra empresa el seguir abiertos. Si el servicio o producto que vendemos tiene demanda, es una excelente oportunidad para captar nuevos clientes.
2. Negocios turísticos
Si el negocio está situado en una zona turística, se incrementan las ventas en verano y, por tanto, cerrar, sería una decisión equivocada. Por ejemplo, sectores como la hostelería no pueden tomarse vacaciones en agosto si están en una zona playera. Es más, tendrán que contar con la plantilla al completo. Lo mismo sucede con empresas que se dedican a vender servicios o productos relacionados con el verano, como los aires acondicionados, los packs de aventuras o los deportes acuáticos.
3. Parón en la facturación
Si se para la actividad se detiene también la facturación. Cuando cerramos en agosto debemos haber previsto las consecuencias económicas de estar un mes completo sin producir. Este es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta si queremos evitar llevarnos sorpresas desagradables a la vuelta del descanso.
4. Clientes descontentos
Es posible que algunos clientes no se tomen muy bien que dejemos de prestar servicio en verano. En este sentido, es importante educar a nuestros clientes desde un principio y hacerles saber que habrá un parón en el mes de agosto. Si esto lo anunciamos bien y con la debida antelación, no tendríamos por qué encontrarnos con ningún problema.
5. Mala atención al cliente
Si se van a producir retrasos en los pedidos o en los servicios, es mejor cerrar que tener a los clientes mal atendidos. Por este tipo de situaciones, cantidad de empresas han llegado a perder a muchos de sus mejores clientes.
Lo cierto y verdad es que este año, lamentablemente, habrá muchas empresas pequeñas, sobre todo pymes y autónomos, que no se podrán permitir el lujo de frenar su ritmo de trabajo y cerrar en agosto la empresa. No obstante, esperamos que tu empresa se encuentre entre aquellas que se pueden permitir tomarse el merecido descanso.