En esta segunda parte de las publicaciones sobre el balance de 2020, cuya primera parte ya publicamos, hablamos de cómo el coronavirus ha impulsado la transformación digital,y de todos los cambios que han venido para quedarse, el crecimiento del teletrabajo y el comercio online.
Se podría decir que el coronavirus es responsable de uno de los mayores pasos adelante de la transformación digital en la PYME española. Mientras la Transformación Digital ya era un hecho para la mayoría de las grandes empresas, aún no acababa de calar en las pequeñas empresas y los autónomos. La pandemia ha traído grandes consecuencias a nivel de digitalización. Por una parte, la implantación de sistemas de teletrabajo de manera urgente. Por otra, al haber demostrado lo ligada que está la supervivencia de algunas empresas a su presencia digital, ha hecho crecer exponencialmente el comercio electrónico.
Crecimiento del teletrabajo
Hasta 2019, los trabajadores que trabajaban en casa normalmente (más de la mitad de los días) en España eran el 4,8%. Los que trabajaban ocasionalmente eran el 3,5%. Por tanto, no llegaba a uno de cada 10 los empleados que tenían alguna fórmula de teletrabajo. La pandemia revolucionó esta situación. Desde las regulaciones que establecieron el carácter preferente del teletrabajo (prorrogándolo más adelante), hasta las empresas que cambiaron su modelo, la situación en septiembre de este año era totalmente diferente.
Según el estudio IDC European IT Buyer Sentiment Survey — (3ª oleada, 20-27 de abril de 2020), se calculaba que el 30% de los empleados seguirán trabajando desde casa después de la pandemia, No solo eso, un 38% de las organizaciones lo fomentarán e invertirán en Tecnologías de la información para ello y un 47% añadirá el teletrabajo a su política de Recursos Humanos. Aparte de esta encuesta de la percepción del futuro, diversos estudios, entre otros, de Caixabank Research como del Banco de España hacen una estimación del potencial de teletrabajo entre el 30% y el 33%. Aun cuando la pandemia remita, es más que probable que el teletrabajo ocupe un porcentaje muy superior al que tenía antes de la misma.
Por otra parte, la falta de regulación del teletrabajo empujó a al Gobierno a publicar el Real Decreto-ley 28/2020, que definía lo que era y no teletrabajo, el carácter de este, los derechos de los trabajadores y las facultades de la dirección para controlarlo. La acogida de esta regulación aún se está produciendo en las empresas, que van hacia fórmulas híbridas de trabajo a pasos agigantados, si bien su importancia en unos u otros sectores va cambiando.
Crecimiento del comercio electrónico
Mientras muchas empresas se están hundiendo, se calcula que Amazon cerrará 2020 con un crecimiento del 20%. El crecimiento del comercio electrónico durante la pandemia, era en mayo según un estudio de Emarsys del 40%. No solo eso, un estudio de la OMC señalaba que el comercio electrónico será crítico para ayudar a las empresas a remontar la crisis y ser motor de crecimiento. Según un estudio de Statista Digital Market Outlook, el comercio electrónico crecerá entre 2019 y 2023 un 38%, como podemos ver en la gráfica:
Sin embargo, el mismo estudio de la OMC señalaba fallos en los procesos de venta online durante la pandemia: fallos en la experiencia de usuario, dificultades en las entregas y falta de disponibilidad de herramientas de pago online. Todo esto nos habla de la inmadurez de la transformación digital en las empresas españolas, sobre todo las PYMES. El III Estudio sobre el estado de Digitalización de las Empresas y Administraciones Públicas españolas del Observatorio Vodafone señalaba que en 2019 solo un 22% de los profesionales y pequeñas empresas tenían un plan de digitalización. En el caso de las PYMES era de un 34% y en el de las Grandes Empresas un 48%. El grado de digitalización es proporcional al tamaño de la empresa, lo que puede explicar la poca penetración o deficiencias del comercio electrónico en las pequeñas empresas, a pesar de ser la tabla de salvación para muchas PYMES.
Conclusiones
La pandemia ha provocado a estas aturas importantes consecuencias en el mundo de la empresa:
Por una parte, ha afectado de manera diferente a los distintos sectores. Mientras a unos los ha tocado fatalmente, por su dependencia de los establecimientos y los locales físicos, otros, por su lugar estratégico, han despegado, como es el caso de las empresas farmacéuticas y las dedicadas a la mensajería. Aún es pronto para valorar cuánto tiempo tardará la anunciada vacuna en devolver la seguridad suficiente para reactivar totalmente la actividad, pero muchas empresas de los sectores más afectados podrían no sobrevivir.
Por otra parte, ha empujado la transformación digital a todos los niveles. No solo las empresas han aprendido a teletrabajar, también el sector educativo ha tenido que aprender a marchas forzadas la formación a distancia. En el campo del comercio, la importancia de las tiendas online se ha demostrado clave para la supervivencia. Muchas empresas han optado por invertir en digitalización a partir de la pandemia (Deloitte anunciaba en su barómetro de empresas especial Covid-19 un incremento del 55% al tercer mes del estado de alarma)
Aún no sabemos cuándo tardará en llegar la ansiada recuperación, pero está claro que el balance de 2020 evidencia que ha sido un año clave, un punto de inflexión cuyos cambios en el mundo de la empresa no han hecho más que comenzar.
Esta claro que el comercio electrónico ha venido para quedarse y o nos renovamos todos ( empresas y autónomos ) o nos quedaremos fuera del mercado. Yo mismo y mis dos hermanos que tenemos una empresa cárnica estamos ya comprando unos equipos informáticos que nos recomendaron y estamos montando una web para distribuir. Ahora falta que este virus se vaya de una vez y todo mas o menos vuelva a la normalidad.